Botón Rojo y las Telefonistas del 902

Con la terrible y desafortunada desaparición de las Sensibles Hortelanas, el ya maduro Botón Rojo tuvo que huir de la zona caliente de la post-guerra y trasladarse a terreno neutral...

El Principado de Mónaco es una ciudad estado de Europa. Está en la cercanía de la frontera con Italia a sólo 15 kms. 

No tuvo dificultad para conseguir un título de Doctor de Psicología aplicada a las nuevas tecnologías por e Institute of Technology de Massachusetts.

Inmediatamente se instaló en el mismo centro de Mónaco donde abrió un laboratorio e inició, contratado por diferentes estados de Europa, el estudio que le consagraría en este apartado de su vida:

El experimento del mundo pequeño:

Comprendía varios experimentos llevados a cabo por El Doctor Rojo y su equipo de psicólogas y psiquiatras sobre las redes sociales. Lo innovador de esta investigación, fue la revelación de que la sociedad humana es una red social y concluirían con la  teoría de los seis grados de separación que como sabéis indica que cualquier persona por muy lejana a nosotros, en cualquier país del mundo, mantendrá un vínculo que no supera las seis personas entre ambos.

Para llegar a esta conclusión y una vez más organizado por el genio de los negocios Botón Rojo, recurrió a diferentes empresas y reclutó a señoritas telefonistas cuya conversación inteligente, intencionada, inagotable y la utilización del vocabulario, gracias a la experiencia adquirida en sus actuales trabajos en la atención telefónica del 902 donde se vende de todo... amena e interminable... a continuación las vistió adecuadamente y tras una estancia de varias semanas en "Hotel Montecarlo Club" a todo lujo, las instruyó en sus nuevos perfiles de Doctoras en Parasicología y Psicología Social, después y como parte del plan, las Doctoras Merche y Yanys se ocuparon de América del Norte y Sur, Amanda de Europa y la joven Conchita del nuevo Mundo Asiático e Indio. 

Mantuvieron muchas entrevistas y visitas a diferentes personalidades de todos los estamentos sociales y siguiendo las instrucciones del organizador se centraron en altos directivos de la bolsa y las finanzas, a quienes utilizando los conocimientos psiquiátricos y de hipnosis profunda aprendidos en Montecarlo, entre caviar y champan, extrajeron y fueron reuniendo la información médica necesaria para el estudio científico a la vez que la información más preciada de carácter financiero y bursátil que jamás se haya podido reunir.

El siguiente paso estaba claro... Botón invirtió en compañías poco conocidas en aquellos años como, Pan Bimbo, Bodegas Don Simón y Abrotano Macho en España e hizo inversiones en fábricas de salchichas Alemanas y de Croissant en Francia y creó y dirigió una empresa de cabinas de teléfonos rojas, con las que inundó a Inglaterra.

Botón y las Telefonistas del  9 0 2 llegaron a la cumbre del éxito en Mónaco.
Día sí y día también alternaban en el casino de Montecarlo con personajes de todo el mundo pero la mismísima familia Grimaldi acabó con la racha que parecía imparable!!!

Carolina de Mónaco cuyos hijos pasarían a ocupar la primera línea sucesoria en el caso de que el Príncipe Alberto no tuviera descendencia, no estaba dispuesta a permitir que las preciosas Telefonistas, que compartían mucho tiempo con la alta sociedad y por las que había comprobado el interés mostrado de su hermano Alberto, pudieran arrebatarle, a través de una boda, el título de la dinastía Grimaldi...

Pronto, el equipo femenino de Botón se vio envuelto en numerosas estafas, engaños y otros negocios sucios que motivaron el destierro impuesto por el alto tribunal Monegasco.

Botón desactivó el equipo y tras abrirles una cuenta en diferentes países, las envió hacia un destino desconocido y para siempre. Nadie supo nunca si llegaron o el destino final...

Una vez más el Doctor Rojo, a pesar del gran valor del Experimento del Mundo Pequeño, descubierta la estafa marchó hacia un futuro desconocido.

E un mondo difficile...é vita incerta.