viernes, 18 de septiembre de 2015

La primera foto...


Una ventana, era para él, un camino transparente de comunicación con el exterior. 

Una fuente de energía que hacía despertar su creatividad y revivir su ingenio… le proporcionaba la paz necesaria para dejar a su imaginación expandirse, libremente, y así llegar al lugar donde el artista es capaz de crear lo inimaginable. 


Jose Luis pensó que este sería un estupendo e ideal estudio para sus ensayos de fotografía.

Un pequeño almacén, refugio, en medio justo de una calle súper transitada de Madrid pero, desde donde, a través del ventanal podía observar la cara norte del famoso e inspirador, para tantos artistas, Parque del Retiro.

El Gran problema…

Ìróko es el nombre de un del árbol sagrado.

Este árbol, por su condición de sagrado, según el pueblo africano de Yoruba, no se debe de ser cortado, atrayendo mala fortuna al que lo corta o a aquellos que posean algún mueble o enser de cualquier tipo de esta madera.

Jose Luis, conocía bien la madera, de hecho antes de iniciarse en el mundo de la fotografía fue ebanista/carpintero y trabajando la madera descubrió la ventana y haciendo ventanas de madera un día se dio cuenta de que cuando miraba a través de ellas, los colores!!, matices!!... los tonos de todo cambiaban, resaltaban y conseguía apreciar detalles invisibles a su vista y a la mirada normal de cualquiera de nosotros.

Por un momento tubo la tentación de descolgar las ventanas, quitar los marcos y cambiarlos por “pino laminado”, sin duda su experiencia en la carpintería así lo indicaba (La mejor madera relación calidad precio para cerramientos es el pino laminado, ya que es una madera con densidad media, perfecta para que la capa de barniz penetre y además esta madera no tiene nudos con lo cual , no habrá resina que estropee la capa de barniz)

Sin embargo algo mágico se lo impidió…

En poco tiempo había terminado de instalarse en su bonito, acogedor y nuevo estudio, para él “el refugio del guerrero” e invitó, para inaugurar el local,  a unos amigos a tomar la primera de las muchas copas que pensaba tomar mientras trabajaba.

La tarde se fue alejando y las sombras y luces de la noche entraban inevitablemente a través de la ventana de madera de Iroko.

Sus amigos fueron marchando hasta que solamente quedaron Cruz y María del Mar, dos amigas de siempre que habían compartido instituto, universidad y esa sensibilidad diferente que hace que se reconozca a un artística… un simple gesto, una sola palabra una pose diferente. 
Ellas, en algún momento del camino habían decidió que sus carreras irían dirigidas hacia el mundo de la moda y se habían convertido en modelos muy cotizadas y reconocidas en ese característico y peculiar mundo.

La luz de la luna a las 12 en punto brilla espectacularmente sobre el parque del retiro, el reflejo y los brillos entraban por el ventanal de madera de Iroko mostrando una gama extensa de colores con tonalidades nunca antes vistas por José Luis…. 

En este momento entendió que todo había sido mágicamente sincronizado, tal vez el espíritu del arbol sagrado había intervenido de alguna manera para que todo lo necesario confluyera en este momento único, exclusivo…. 

Entendió que ese era el momento para la primera foto.

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