Y durante los pocos momentos en que estas criaturas minúsculas, rendidos ya, dejan que corretear por entre mis piernas y duermen, aprovecho para sentarme y descansar!!
Confieso que la labor de abuelo puede llegar a ser gratificantemente agotadora.
Mientras descanso y para relajarme, me gusta leer, aunque a veces sólo me siento para pensar, otras, como cuando era joven, dejo volar mi vieja pero incansable imaginación!! esto es lo que más me gusta y para tomar impulso rebusco entre los libros de mi pequeña biblioteca... a veces me encuentro con "El Libro de los recuerdos"
Este libro fue una idea de mi padre, es algo muy simple pero ingeniosamente maravilloso, como fué él!!
Mi libro está compuesto de 82 páginas, una por cada año de mi vida y en cada página sólo hay una foto y cada foto debe resumir todo un año.
Que simplicidad aparente... pero, no siendo esto digno de mi padre, no paré de dar vueltas a la idea hasta que lo entendí.
Confieso que tardé algunos años en comprender lo que realmente quería que hiciera y algunos años más en disfrutar plenamente de esta genial idea.
Ayer, mientras dormían mis pedacitos minúsculos de energía pura en continua explosión, encontré el momento adecuado para abrir mi libro por una página, nunca la elijo, dejo que el azar tome partido...
La página número 28.
Intento recordar cosas de mi vida a los fantásticos 28 años y a pesar de lo que todo el mundo creía entonces, a mí sólo me vienen a la memoria inquietudes que hacían mi vida un poco más difícil de lo aparente... problemas sin solución inmediata, asuntos que debían ser resueltos con urgencia, miedo y respeto a lo desconocido, disculpas, justificaciones...
La página 28 no sólo estaba ocupada por una de las 82 fotos de mi libro, ese minúsculo espacio de mi tiempo fue, sin dudarlo, el año que marcó la diferencia entre el joven soñador y el proyecto definitivo del hombre que luego he sido....
"Aquellos meses con mis chicas¡¡¡ viajes, fiestas, amores, llantos, diversión, divina locura de la juventud...."
Nunca podré olvidar el mundo que, aquel grupo de jóvenes inexpertos pero valientes y sobre todo soñadores, creamos para nosotros y cómo lo disfrutamos hasta exprimir cada una de los magníficos momentos que compartimos....
De ellas, incluso tantos años después, lo recuerdo casi todo, aunque fundamentalmente, me quedo con la esencia de lo que para nosotros significó aquel tiempo de juventud.
Sin darnos cuenta, la vida para nosotros se abría camino.
Hoy sigo sintiéndolas impregnadas en el aire que respiro, en mi piel... si cierro los ojos, aún puedo oírlas reír, aún puedo verlas soñar!!!
Cristina siempre buscando límites e investigando cómo sobrepasarlos.
Nieves, maravillosa espuma de mar que aparece inesperadamente para, justo en ese instante, comenzar a desaparecer mientras te hace vivir miles de aventuras.
Mercedes, la compañera ideal con aquél maravilloso carácter, la chica con la que todos soñamos, sólo con una mirada suya hacía que no te sintieras sólo, te arropa, te ayuda, te apoya, te sorprendía siempre.
Mariela fue nuestra tímida amiga soñadora, ella generaba en nosotros una ilusión permanente por vivir la vida, bajo su silencio aparente subsistía la furia inexplicable y el valor que nos faltaba a todos ante lo desconocido.
Algunas de las siguientes páginas aún me emocionan, me divierten, otras, mientras observo la imagen me hacen sufrir, llorar....
Mi padre marcó mi camino y sabiendo lo que hacía consiguió que mis emociones sigan viviendo en mi con la misma fuerza que aquellos días cuando, por primera vez, las fui viviendo.
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