sábado, 15 de octubre de 2016

La chica con la maleta azul...

Puede parecer que una maleta sólo es un complemento habitual de viaje que normalmente tiene forma de caja y una o varias asas y se usa para transportar ropa y otros enseres.

Puede parecer un objeto simple que se utiliza para facilitar la ubicación y clasificación de los objetos porque cuentan con bandejas o compartimentos interiores o exteriores, con distintos tipos de cierre (de cremallera, de correas y hebilla, de cerradura)

Puede parecer a simple vista que no es más que un objeto que utilizamos en pocas ocasiones y que la mayoría del tiempo suelo estorbar allá donde quiera que la guardemos...

Podríamos seguir describiendo los tipos, las formas, los materiales con que se fabrican, etc. pero sin embargo hoy hablamos de ellas para identificarlas con algo abstracto...  Una maleta es, además de lo dicho antes, un objeto que nos conducirá através de una puerta abierta a las más ilusionantes aventuras fantásticas que tú seas capaz de soñar.

Rosula y su maleta azul...


Cada noche, desde siempre, antes de quedarse dormida hacía un examen de conciencia y se esforzaba por escribir con un viejo lápiz de carbonilla en una cuartilla, sólo aquello que durante aquél día le había hecho feliz.
Algún día, pensaba, todas estas vivencias pasadas las querría volver a sentir como si el tiempo nunca hubiera pasado.

Rosula fue caminando por la vida día tras día, como todos, pero cada noche, a lo largo del tiempo fue coleccionando cuartillas, gastando lápices, viviendo.

A veces encontramos en nuestro camino algunas cosas que ni siquiera hemos buscado, sin embargo el azar es tan importante que puede hacer cambiar radicalmente todo aquello que toca...

Solía hacer la compra en la tienda de abajo, los grandes almacenes no terminaban de gustarle y como siempre, antes de llegar a casa paraba, charlaba con la chica de la tienda, con los vecinos que, como ella, hacían la última parada del día y terminaba llevando un poco de pan para la cena y unos sobres de café descafeinado que usaba para relajarse mientras pensaba y escribía en su cuartilla.

No siempre pasan cosas que sean dignas de ser recordadas. 

Aquella noche terminó pronto y sentada en su mecedora antigua, no sé muy bien si antes o después de quedarse dormida, tomaba su taza de café descafeinado y leía el dorso del sobre donde se describía su composición. Nunca lo había hecho pero aquel día sí, por primera vez en mucho tiempo, también leyó la portada donde, entre otras cosas prometía, un regalo en el interior.

Rasgó el sobre y entre los restos del café pudo leer la frase  "Ganador del Viaje de tu Vida".

Le costó varios minutos creer lo que estaba pasando, alguna hora asumirlo y varios días para preparar su olvidada maleta de color azul.

Hoy, algunos años después, sin saber muy bien cómo llegaron a mí algunas cajas que contenían cientos de cuartillas escritas por las dos caras que más tarde yo mismo transformé en algunos libros imprescindibles para personas de espíritu viajero... 

La lectura de ellas, la descripción de aquellos viajes, los lugares visitados, las experiencias vividas, los relatos de vivencias donde la mezcla de las cosas  tristes de la vida se funden con lo más bonito jamás vivido, la felicidad, alegría, la intensa vida de Rosula que un día decidió, casi de casualidad, llenar su maleta de color azul del "vacío más absoluto" para viajar más ligera e ir llenando cada centímetro de ella de papel escrito con su lápiz viejo de carbonilla que hoy, mientras los leo, sentado como ella en una vieja mecedora, si cierro los ojos, también soy capaz de transportarme con ella hacia el espectacular mundo ilusionante de una mente maravillosa....

       

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