domingo, 9 de febrero de 2020

Un tren, a las 13:30


De entre las diferentes definiciones de la palabra "sublime" , para esta ocasión, sólo se puede aplicar  "extraordinariamente bella", esto es lo que me pareció la mirada de aquella chica que tomando el sol sentada en el suelo del anden, junto a su maleta, observaba con una cierta tristeza como el tren de las 13.30 avanzaba por la vía sabiendo que algunos de sus pasajeros, al marchar, abrian un nuevo capítulo en sus vidas, otros sin embargo, mientras marchábamos, lo que hacíamos era cerrarlo definitivamente para siempre.
  
Me llamo Manuel soy representante de cremas para la piel.
Puede pareceros una banalidad pero sin embargo tengo que deciros que es de suma importancia conocer su uso y los tipos que hay.
Hoy solo os adelantaré algunas de sus características, lo que os dará una idea general de porqué debemos usarlas.

La principal característica de la crema de manos es la hidratación, aunque hay más cremas en el mercado que además protegen y reparan la piel e incluso poseen acción anti envejecimiento pero, antes de decidirte por alguna debes conocer bien si tu tipo de piel es seca, grasa, normal, sensible… ya que cada tipo de piel requiere una crema diferente.

En fín, te he explicado esto por que tienen que ver con el motivo de mi presencia en este pueblo, que no es otro que vender crema de manos, pero, la consecuencia fue otra muy distinta.

Monemvasía es un trozo de tierra que quiso ser isla pero que se quedó en península. Es un precioso pueblo Griego  medieval en el que, incluso hoy en día, sus habitantes no quieren saber mucho de Steve Jobs o de Cristiano Ronaldo y mucho menos de Donald Trump... es un pueblito  encantador de Grecia, algo desconocido para el extranjero, pero está incluido en todos los listas de lugares más bonitos de ese País... pues bien, debido a una terrible confusión a la hora de introducir las coordenadas en mi navegador y tras dos días y dos noches de viaje en tren, al tercer día amanecí allí con mi maravillosa crema de manos buscando alcanzar el ranking de ventas en un lugar donde este producto apenas se usa porque apenas hay habitantes ... menudo maravilloso error de cálculo de coordenadas, en lugar de llegar a Heraklion, mi destino fue Momemvasia

Nada mas bajar, ya desde el andén pude divisar el pueblo entero rodeado de agua de color azul celeste, de agua cristalina y de tierra blanca en sus orillas.

Nada mas bajar y visto lo visto, me dejé llevar por la experiencia, supe que allí no haría el negocio del siglo, así que cerré con llave mi maleta de muestras y porque no, decidí que un día de vacaciones sería lo más acertado, así descansaría un poco después de unos meses de trabajo fuerte.

Enamorarse puede ser una tarea imposible o todo lo contrario.

Sólo dos calles más abajo, a unos pocos minutos de mi llegada, entré en un pequeño establecimiento de tapices, tejidos, lanas y algo de confección, quería comprarme algo para protegerme del aire fresco de aquél lugar, allí me encontré con Marisa... levantó la cabeza me miró y no hizo falta nada más, entendí de repente que acababa de conocer al amor de mi vida. Eseo se sabe verdad?

Al primer día le siguió el segundo y después el tercero y lo que en principio planifiqué como un día de vacaciones se convirtió en un año...



Marisa me completaba, lo supe enseguida. Nunca conocí a nadie tan especial, tan diferente... es preciosa y   divertida, divertidamente loca quizá!! aunque esta faceta sólo se aprecia cuando ella te deja verlo y te aseguro que no lo hace con todo el mundo.

Fantásticamente inquieta, silenciosamente inteligente y sutíl y sensible con todo lo relacionado con las diferentes formas de la vida (los animales, las plantas, la naturaleza y sobre todo este lugar, su maravillosa tierra).

Al primer día le siguió el segundo y después....

Si la miras a los ojos puedes verlo con claridad aunque yo, inquieto en el vagón de aquel tren, un año después, mientras la esperaba, no quise entenderlo.

Existen personas que no están hechas para la rutina, para una forma de vida como la que entendemos normal. Si intentas sujetar el aire con las dos manos podrás, quizá, retenerlo durante un minúsculo instante porque enseguida se diluirá entre los dedos para alejarse hasta perderse y así entendí a Marisa.

Cuando llegó mi hora, mientras se ponía en marcha el tren que me devolvería a mi mundo, pude verla a través de la ventana y por un momento me dejé llevar y pensé que subiría, que vendría conmigo como había planeado...  no os podéis imaginar lo extraordinariamente bella que, en aquél preciso instante, me pareció su mirada, mientras tomaba el sol sentada en el suelo del andén, junto a su maleta, pero aquél día ella sólo observaba como el tren de las 13:30 avanzaba por la vía...fue su manera de decirme adiós.

Tal vez en algún momento habría pensado en la posibilidad de acompañarme pero... eso ya nunca lo podré saber.

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