Se acerca San Valentín y con este día el momento en el que todos encontramos un instante para pensar y retrotraernos a esos momentos, a esos acontecimientos que guardamos en ese pequeño espacio, dentro de cada uno, donde grabamos para siempre nuestros recuerdos y nuestros deseos más añorados....
Seguro que, este también será el caso de nuestra chica del botón morado, la bonita Desirée que un día eligió esta película que hoy hemos utilizado para la portada que da título a la historia, hace tiempo quizás, pero el amor verdadero es atemporal y siempre deja huella, siempre merece la pena guardar esos momentos en los que se es capaz de tocar el cielo con las yemas de los dedos o ponernos de puntillas y así creernos la persona más grande del mundo... guardamos para luego, mas tarde, mucho tiempo después, refugiarnos en ese escondite del pasado y volver a vivir esos inolvidables momentos.
Esta es sólo una historia de Amor que me contaba mi abuela en los días de San Valentín, cuando, junto a mis hermanos y al calor de una chimenea, compartíamos momentos que siempre terminaban en bonitas historias que se repiten generación tras generación... hoy os la contaré a vosotros.
Cuando nuestra protagonista cumplió los 18 años conoció a un chico por el que, aún siendo algo mayor, en seguida encontró en él a su compañero, la persona con lo que ya siempre querría vivir...
Durante unos meses compartieron todo aquello que todos esperamos de una pareja y durante unos meses se construyó un vínculo que ya nunca desaparecería y que perduraría en el tiempo.
Cuando hablamos de amor, cuando deseemos conocer de cerca este sentimiento, es obligado, debemos conocer su historia.
Aprendieron, sufrieron, lloraron y rieron a veces incluso por nada... se hicieron complices de todo y en muy poco tiempo la vida, compartida por ambos, se convirtió en el mejor regalo que nadie nunca jamás ha tenido.
Mi abuela me contaba cómo aquél día la chica lloraba de aquella forma en que sólo con mirarla sabes que lo hace desde el fondo de su corazón... él se acercó alarmado y mirándole a los ojos le preguntó "qué te ocurre". Con las mejillas llenas de lagrimas le sonrió ligeramente y le respondió, "llorar sólo es una emoción que se produce cuando un sentimiento es tan fuerte que ninguna palabra la puede describir" El amor que siento por tí me provoca estas lágrimas.
Un día 14 del mes de Febrero de hace algunos años... al amanecer, cuando el sol comenzaba a despuntar por el horizonte, se marchó para no volver nunca mas... una curva, el rugir de la chatarra retorciéndose en un arcén y un descuido fueron los únicos testigos de su adiós...
Ella, aún, a veces, durante estos días se la ve con lagrimas en los ojos, pero, nadie pregunta nada... todos sabemos que aquella historia suya, aunque corta fue intensa y envidiada por todos, a pesar de los años transcurridos sigue siendo un "Amor para recordar" A Walk to Remember.
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