sábado, 26 de septiembre de 2015

El color de su pelo,...


La Isla de Manhattan ejerce un especial encanto sobre las personas enamoradizas…

Mi trabajo consiste en mostrar y hacer ver a mis clientes lo bello de las piedras preciosas y principalmente la particularidad y exclusividad de un diamante…

Araño, escarbo, profundizo sobre el alma del mineral que, cuando cumple la misión para la que la sabia naturaleza lo ha creado, según mi punto de vista claro¡¡ y es exhibida por una mujer bella, proporciona una emocionante sensación inigualable e imposible de no ser apreciada…

En Manhattan fue el reencuentro y no me costó nada volver a enamorarme de ella.

Paseaba por la gran manzana y fue allí donde a través de los cristales de un escaparate vi un sombrero de ala, de esos que caen sobre la cara tapando prácticamente los ojos a miradas de gente indiscreta y, por qué no, pensé que ya era hora de que yo tuviera un sobrero así.

Mientras ojeaba el escaparate por dentro se me acerco Nieves y….

Es absolutamente increíble como las coincidencias de la vida nos llevan a situaciones tan inesperadas pero tan deseadas.

A veces buscando el momento no encuentras nada.

Algunas veces deseamos tanto las cosas que no llegan.

A veces la espera es tan interminable que finalmente te rindes o simplemente el tiempo te va llevando a otro sitio en otro lugar en otro momento.

Hace años la conocí y durante un tiempo fue mi chica, la morena de ojos verdes con la que todo el mundo sueña y a la que nadie quiere dejar.
Inteligentemente divertida y eficientemente formada y sofisticada como para introducirme en un mundo diferente del que yo venía y donde las relaciones son esenciales para conseguir buenos y sobre todo, negocios rentables.

Aquella chica de pelo moreno que me acompañó durante los duros años del inicio de mi carrera en el mundo de las joyas, la mujer que me hizo vivir los momentos más felices de mi vida hasta que un día de Otoño se marchó, dejándome en la soledad más absoluta que nadie pueda sentir nunca pero… sólo me di cuenta meses después de su marcha.

Después de un tiempo sin saber nada la he encontrado en Manhattan!!! La isla de los enamorados, al menos para mí.

Aquella chica de pelo moreno de mi pasado se había convertido en esta otra de cabello rubio reluciente de mi presente y de mi futuro. 

Hemos pasado unos días juntos, en esta nueva época y los maravillosos recuerdos y nuestro presente nos han llevado a creer que podemos compartir nuestro futuro. 
Ahora planificamos ya este  momento, estará preciosa ese día estoy seguro, pero hay algo que aún me hace dudar. 
Dice que, con respecto a su pelo, me dará una sorpresa, algo que no sé muy bien por qué me ha generado una ilusión añadida…  intento continuamente imaginar y consigo verla con su vestido blanco de novia pero no puedo verla, no imagino el color de su pelo...


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