domingo, 29 de enero de 2017

La maravillosa chica del anuncio...

Una tarde de verano, leyendo tranquilamente algún folleto de viajes, llamó mi atención unas fotos bonitas de un bonito pueblo pero sobre todo lo que me atrapó a primera vista fue el titular con que se presentaba... "Un pueblo colgado sobre un valle" atractivo eslogan verdad?

Me quedé durante varios minutos mirando esa página y confieso que no sólo por el eslogan, abajo había un anuncio en el que aparecía la imagen peculiar de una preciosa chica que anunciaba la fabricación y venta de gorros de lana especÍficamente hechos en este pueblo y los anunciaba como algo imprescindible para la subsistencia en el lugar de los visitantes.

 Debía hacer mucho frío allí, sin embargo ella aparecía con gorro de lana para el frío pero manga corta... que contrariedad no?

Una dulce sonrisa reclamó absolutamente mi atención y como no soy de mucho pensar cogí mi agnda y en unos instantes ya tenía viaje programado para el mes de Febrero, en las próximas vacaciones, entre negocio y negocio,  mi destino sería "Wengen, el pueblo colgado sobre un valle en el mismo corazón de los Alpes Suizos"

El tiempo pasa más de prisa de lo que a uno le gustaría y Febrero llegó...
Soy una persona solitaria, no dependo de nadie y nadie depende de mí, me gusta la aventura y me apunto a cualquier desafío, así que cuando se acercaba la hora de marchar, no me amedrentaron todas las noticias que llegaban sobre la impresionante nevada que estaba teniendo lugar en "Wengen" mi destino, que aconsejaban posponer cualquier visita próxima.

Desde mi Jet, la visión de los Alpes es la misma que la imagen que todos podemos recordar del mapa físico de Europa que estudiamos en el colegio.
En seguida aterrizamos en Ginebra y mi mochila especial para estos casos y yo nos dirigimos al destino.

Sólo pude llegar siguiendo la ruta desde Lauterbrunnen con el tren de cremallera, ya que la carretera permanecía cortada por la nieve.

La llegada al atardecer fue espectacular. Desde la pequeña cabina del tren se podían distinguir a lo lejos los tejados de algunas cabañas y caserones recubiertos de nieve. Al salir de la estación noté un frío espantoso pero me reconfortó a la vez. Por fin había llegado.

Para algunos hacer punto es una distracción, otros lo utilizan para relajarse y otros para divertirse a la vez que encuentran utilidad cuando resulta de todo ese trabajo un jersey, unos guantes o cualquier otra prenda que luego lucirán con orgullo, a pesar de los nudos, los deshilachos, los rotos o los desastres que a veces se pueden ver por ahí, aunque no es fácil llegar a un final digno.

Habría que saber que existen diferentes tipos de punto (Ganchito, Trigo, Brujas, Damero, Arroz, Ojito de Perdiz, Cuadros, Espina, Canelón, Canasta, Burbujas, Calado, Mariposa, Ingles, Garbanzo) cada cual utiliza el que más le gusta y es en este asunto donde quiero hacer hincapié...

Si veis la foto bien, observareis que el gorro de Mariela está hecho íntegramente con punto de mariposa de 5 hebras, este es una de los más complejos pero también de los más bonitos.

A la entrada del pueblo y antes de llegar al pequeño hostal donde me hospedaría durante una semana, paré un momento en una especie de plaza donde se arremolinaban muchas personas que observaban algo parecido a escaparates en puestos cubiertos y donde se exhibían diferentes productos guardados en urnas de cristal y plástico.

Enseguida aprendí el peculiar sistema de venta que se practicaba. Mirabas y cuando encontrabas algo de tu interés, pasabas al recinto de la negociación, en la esquina de la plaza, donde el propietario esperaba la llegada del cliente y mientras tomaban algo cordialmente y compartían charlas y conversaciones de toda índole, negociaban y cerraban la venta.

Maravilloso sistema, no os parece?

Me dirigí al local para ojear el proceso. Era un sitio acogedor, de madera de roble, muy parecido a una cabaña de monte, muy amplia, con chimenea en uno de sus laterales y repleto de rincones diferentes con mesitas pequeñas unos, amplios sillones otros. Un lugar muy acogedor donde sentarte a tomar un café caliente mientras negocias la compra de los diferentes productos de artesanía, alimentación, confección y otras antiguedades que previamente habías encontrado en los mostradores del exterior.

Su gorro de lana, hecho con punto de mariposa de 5 hebras y su manga corta, una vez más llamaron mi atención y una vez más me apunté al desafío que, en realidad, me había llevado hasta allí.

Me ocurrió con Mariela como cuando, alguna vez cuentan que, ves a alguien y ya sabes que es la persona con quién te gustaría compartir el resto de la vida!!

Me ocurrió con ella que desde el mismo instante en que la vi, con su gorro de punto de mariposa, todo en mi vida comenzó a tener sentido.

Me ocurrió que al verla y en sólo unos minutos, aprendí a valorar y a admirar la belleza real que hay en todos nosotros y que rara vez encontramos, distrayéndonos en las cosas superficiales que marcan la moda, las costumbres, los demás...

La chimenea, un pequeño sillón de dos plazas, una taza de capuchino caliente y una maravillosa música de fondo de "Alicia Keys" y su compañía...suficiente.

7 días pasan muy rápido en una vida pero la memoria de aquello que te deja huella siempre perdurará.
Preciosa Mariela, nunca podré olvidarte.



A medida que el Jet se alejaba y mientras reflexionaba tomando una copa de champagne acompañado de un manjar alimentario, supe que nunca más volvería a verla.


Volando entre las nubes notas como el aire se entremezcla y fluye encontrando siempre la salida correcta, todo adquiere otra dimensión, te das cuenta de que hay personas que no han nacido para pertenecer a nadie, para que nada las retenga y como el aire que puedo ver a través de la pequeña ventanilla en el asiento de mi avión, regreso al presente, donde nuestros recuerdos y pensamientos, me gustaría pensar,  fluirán maravillosamente del corazón a la mente por el resto de nuestras vidas. 

   


 

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