A pesar de los cuantiosos estudios realizados, aún no se conoce el orgien y el inicio del problema.
Este artículo no pretende debatir esta cuestión sino transmitir la defensa y el mantenimiento del desarrollo de la vagedad en su origen.
A veces nos confundimos cuando hablamos de los ojos. Decimos me molestan los
ojos, se me irritan y se me ponen rojos cuando me entre arena u otro cuerpo
extraño en cantidades importantes, (no debemos quejarnos cuando son motas de polvo u objetos extraños cuya densidad no sea superior a 10 miligramos) ...Aquí el primer error y la cuestión más importante que avala mi
tesis.
Los ojos son autónomos. Si no comparten nada, porque hablamos de ellos
como una sola cosa o unidad orgánica.
A pesar de pertenecer al mismo cuerpo, los ojos se forman en lugares diferentes y nunca se verán uno a otro. No pueden hablarse, no compartirán
nunca el mismo lugar en la cara o en otra cualquier parte de nuestro cuerpo (eso se espera),
nunca se unirán, no se rozarán, pero.... siempre permanecerán simétricamente
empotrados en su orbitas independientes e inintercambiables.
Los ojos son maravillosos pero quizás, gracias a este artículo pueda ser
posible, que comencemos a considerarles independientes, autónomos y
autosuficientes.
La primera y mas importante cuestión para tenerles en cuenta de la manera descrita sería el identificador por antonomasia "El nombre", en lugar de ojo izquierdo y ojo derecho
(esta es la versión fácil para identificarles), se les debería identificar y así mencionar por
alguna de sus funciones operativas que les diferencia. Un ejemplo claro de esto
es el tiro pichón. El tiro pichón es un deporte en el que se podría
prescindir del ojo izquierdo sin ningún problema. El ojo derecho se utiliza de visor,
pero a la vez puede utilizarse para identificar una presa, para mirar a tus
compañeros, para mirar y así calcular la distancia entre tu posición y la
caldereta de conejo que se suele preparar cuando se realiza esta actividad en el
monte y un largo etc., por lo tanto, determino que Visor es un nombre perfecto
para el ojo posicionado a la derecha de nuestra propia nariz.
El ojo izquierdo,
antiguamente llamado el ojo del enamoramiento, ya que se utilizaba como reclamo
para los mozos que giraban en sus paseos por las plazas de los pueblos, en el
mismo giro las mozas mirando a los ojos del pretendiente hacían un movimiento
rápido de contracción con la mejilla de la cara izquierda y cerramiento del párpado a la vez que
elevaban la ceja tirando del mismo párpado hacia arriba lo que a efectos del
mozo provocaba una leve sonrisa y a continuación venía el acercamiento necesario.
Mientras esta acción se llevaba a cabo, el Visor permanecía inmóvil,
inalterable, ajeno a la voluntad del izquierdo al que deberíamos llamar Romántico,
que identificaría una función prioritaria en el desarollo de la vida humana, gracias a Romántico la vida se abre camino.
Por tanto se concluye que si, tanto Romántico como Visor, una vez que
reconocemos y aceptamos que a pesar de su igualdad, simetría, color y tamaño
son parecidos, mantienen funciones propios, no están sometidos el uno al otro
y ahora ya ni siquiera se llaman de la misma manera, que impediría que Visor
fuese vago, que motivaría a un ser humano a activar para alcanzar la
igualdad de movimiento y o de visión a Romántico.
Debemos, como parte de nosotros mismos, buscar la felicidad del uno como la
del otro, reconsiderarles diferentesen su igualdad, respetarles su vaguedad o hiperactividad.
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Homenaje de apoyo a Visor y a Romántico, sin vosotros nunca veríamos la
realidad de las cosas, no reconoceríamos la luz.
Doctora Orange.
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