miércoles, 16 de abril de 2014

Una mirada al viento... "La Ruta 66"

La miraba.
A veces la observaba, otras veces incluso hablaba con ella.
Alguna vez, raramente, la pude ver sonreír y le hablaba y la miraba y la escuchaba, pero ahora sé que aunque la miraba no conseguí nunca verla!!!

Cuando pases por Picadelli Circus, veras que en realidad se trata de una intersección de calles cuya proximidad a las principales zonas de compras y entretenimiento y su situación céntrica en el corazón del West End en Londres, además por el hecho de ser la mayor intersección de tráfico han hecho de Piccadilly Circus un importante punto de encuentro y una atracción turística en sí misma y al atardecer un sitio de paseo para enamorados.

Esta es la historia de March, en apariencia, una chica normal que trabaja en una de las numerosas cafeterías que hay en Piccadilly pero a poco que profundices en su historia, comprobarás que se trata de alguien valiente y excepcional que por fin dio el paso adelante y se dejó llevar por... se liberó!!, dejó volar su mente, su espíritu y marchó, dejó toda atrás y buscó cumplir las ilusiones de siempre, aquellas que dejan la huella que nunca olvidamos.

No me fue posible mantener con ella una larga conversación, confieso que a veces lo intenté porque es, o así la recuerdo, una chica muy agradable, inteligente, a veces demasiado impulsiva, eso me gusta… pero March no se deja ver, no se muestra fácilmente a nadie o al menos a nadie que como yo, nos veíamos y hablábamos en conversaciones de poco contenido y trascendencia en los 30 minutos escasos que dedico al desayuno.

Cada mañana de cada día, a la siete en punto, la veía antes de ir a trabajar al edificio que hay justo a la espalda de la cafetería, incluso a través de la ventana de mi despacho puedo ver la entrada de los empleados y de los proveedores en un pequeño callejón que divide los dos edificios.

A veces podía verla, sobre las once de la mañana, mirando a través de la ventana la veía echada sobre aquella pared de ladrillos sin terminar, fumando un cigarrillo mientras tomaba café en un vaso de plástico... seria, muy seria… se podía ver y sentir su soledad, su lejanía, aunque muchas veces estaba acompañada… ella mantenía siempre esa mirada ausente, una mirada al viento que le hacía intrigantemente atractiva y casi sin darte cuenta, en tan sólo un minuto, se convertía irremediablemente en el centro de tu atención.



Aunque yo sabía que esa mirada de March es la mirada de aquellas personas que aún estando a tu lado sabes que están ausentes y por lo tanto sabía que pasaría.

Ese día llegó y a las siete en punto y sin despedirse, March emprendió un camino sin destino final...

Desde mi despacho la recordé durante algún tiempo, quizás dejé pasar alguna oportunidad con ella. Dejó en mi una huella importante, que curioso!!, no lo había notado hasta que March ya estuvo lejos, nadie sabe muy bien donde. Espero que consiga llegar a su destino que cumpla aquellos deseo que la hagan feliz... estoy seguro que la vida le recompensará.
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Unos años después ojeando una de las revistas de viajes que tanto me gustan, me pareció... fijándome bien parece que quizás podría llegar a decir que era ella...??

Tal vez no. No podría ser!!.

La noticia hablaba de un chica, la primera, que había conseguido recorrer la carretera más famosa de la Historia en el menor tiempo posible y sin la ayuda de otros medios mecánicos ni humanos, "La Ruta 66" que empieza en el Lago Michigan, Chicago, y acababa 4000 km después en las playas de Santa Mónica, Los Ángeles.
 
El recorrido es toda una experiencia visual en la que se puede contemplar la majestuosidad de los paisajes y las ciudades más populares de norte América, alguien dijo una vez que durante el trayecto puedes llegar a encontrarte a ti mismo.





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