domingo, 4 de mayo de 2014

4 de Mayo de un año cualquiera...


A veces no somos capaces de ver más allá de nuestra propia nariz, pero el tiempo nos enseña...

Cuando somos niños damos por hecho que siempre estará aquí… dando la lata, entorpeciendo, fastidiando, haciéndonos la vida difícil.
Ella insiste sobre la insistencia, repite mil veces la misma cosa. Nos agobia, nos castiga, incansable acaba con nuestra paciencia... poco a poco, paso a paso... nos vence!!!

En alguna fase es nuestro enemigo número uno.
Es la persona de quién debemos resguardarnos, escondernos, intentar evitar esa mirada laser que en un momento radiografía nuestra mente y averigua los secreto más profundos, nos obliga a agudizar y perfeccionar el maravilloso arte de la mentira.
Nuestras victorias más recordadas serán aquellas en las que conseguimos despistarla, distraerla, engañarla ó confundirla ante cualquiera de nuestras hazañas. Ganarle la batalla en ese tiempo supondrá una victoria moral que siempre recordaremos y que trasladaremos a nuestros hijos para la historia.

Los años pasan por todos…
También pasarán para los que hoy nos han relevado y llegarán a esa edad en la que parece que hemos conseguido despistarlas, parece que hemos ganado nuestro espacio y no necesitamos nada, por fin somos libres, independientes... 
Evitamos su incansable discurso insistente y reiterativo, aunque eso sí, cambió sin saber muy bien cómo, fueron cambiando despacio pero inevitablemente los argumentos, los motivos, las razones de los nuevos enfrentamientos.

También nuestras explicaciones. A esta altura ya hemos perfeccionado, en algún caso, hasta límites insospechados, nuestro sistema para desmontar sus argumentos con mentiras ingeniosas y con pruebas… las pruebas y los testigos son fundamentales en esta época.






De pronto el tiempo pasa...y tras la fuerza como la roca, la insuperable energía vital, la grandiosidad de sus actos, la fluidez de su pensamiento... observas que en ella va llegando la calma, la paz, la paciencia, la lentitud, la tranquilidad de un trabajo ya hecho.

De pronto en un minúsculo momento de un instante ves como alguna personilla recorre tu casa, trota por tu espalda, te presta su vómito y su caca… hace que dejes a un lado tus cosas y como por arte de magia, sin darte cuenta, sin preverlo ni esperarlo, sin ninguna planificación, comienzas a incorporar palabras raras que nunca habías utilizado, que no sabes cómo has aprendido, que te recuerdan cada vez más a ella!!!

Los gestos, las palabras y la mirada te ha cambiado…sin darte cuenta y sin planearlo todo va llegando a su sitio y te vas encontrando parecido con ella!! 
El tiempo sigue pasando y pasó de ser tu enemigo número una a tu mejor aliada. Alguien a quién eres capaz de confiar tu tesoro más valioso.
El tiempo una vez más nos ha cambiado y ya la miras de manera diferente, ves como se va debilitando, cambiando, envejeciendo y ahora depende algo más de ti que tu de ella... 

Quizás nunca te paraste a pensarlo pero, siempre estuvo, está y ahora tengo claro que estará para siempre cerca de nosotros… no importa si la vemos con más o menos frecuencia, ni siquiera importa si ya podemos hablar o no con ella, no importa nada de nada porque consiguió incrustarse en nuestro corazón, seguramente, con algunas extrañas artes mágicas invisibles que solo tienen ellas y con algún mensaje oculto entre discurso, charla y regañera…
A lo largo de nuestro tiempo nos encontraremos con otras mujeres con quién compartiremos experiencias, amistades, amores y cariños de todas las clases posibles pero su espacio, ese sitio ubicado en algún recoveco de nuestras entrañas, nunca será ocupado por nadie!!!

Felicidades mamá, te quiero.


        
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ABOTÓNATE Y COMENTA...