Botón Rojo y los Cazadores de Percebes...

El percebe es un crustáceo que crece sobre rocas batidas por el oleaje. Se alimenta por filtración, ya que, debido a su carencia de extremidades, permanecen inmóviles adheridos a las rocas toda su vida adulta.

Hubo un tiempo en que la captura y venta furtiva del percebe se convirtió en una actividad de riesgo extremo.

Botón Rojo y los cazadores de percebes…

Un tiempo después del espantoso fracaso del capítulo con “Las Ladronas del anillo Mágico”, Botó Rojo permaneció oculto durante algún tiempo con la idea de ser olvidado por sus perseguidores, sin embargo,  tras algunas inversiones fallidas en bolsa y muchas obligaciones económicas, sus finanzas  fueron disminuyendo hasta llegar al límite posible… la ruina ya era inminente.

Armado de valor, como en él es característico, huyò hacia las costas gallegas donde encontró la forma de iniciar una nueva vida y abundantes recursos económicos, no sin riesgo como era de esperar.

Los percebeiros desafían al mar en cada jornada, sondean la costa gallega en busca del marisco que pone nombre a su profesión, el percebe, un codiciado crustáceo que se extrae de las rocas. 

Con la mano en la roca y sin perder ni un segundo el mar de vista, los percebeiros se juegan la vida para capturar un puñado de percebes. Deben sortear las embestidas de las olas por hacerse con un botín, más escaso que arriesgado, pero de gran valor. 

Además de desafiar al mar, los percebeiros se baten contra su gran rival: el furtivismo…

Y aquí fue donde Botón encontró la forma de supervivencia y más delante de riqueza.

Para explotar esta práctica hubo de recorrer varias ciudades e ir recopilando gente con la suficiente valentía y/o falta de racionalidad que hicieran caso omiso a los peligros de este trabajo.

Fueron bastantes los centros psiquiátricos recorridos hasta lograr reunir al equipo perfecto, jóvenes con la valentía y otras características necesarias de serie, intrínsecas…

Durante un año todo fue perfecto. El equipo se reunía cada tarde en una playa (omitiremos su nombre y coordenadas) donde se organizaban y salían furtivamente a la caza del percebe…

El dinero no se hizo esperar y pronto Botón Rojo comenzó a reunir la cantidad suficiente para realizar nuevas inversiones que le producirían grandes beneficios y por fin dejó atrás la crítica situación económica anterior.

Desde su nuevo yate Botón dirigía a los componentes del equipo, a quienes el trabajo duro les había supuesto una terapia inmejorable… a penas recordaban ya el origen de sus problemas y la normalidad comenzaba a ser lo cotidiano, hasta… hasta ese día, el día D.

El día D, en la reunión en la playa, Botón Rojo les fotografío.

Después esta foto resultaría ser la prueba evidente y delatadora de la persona que traicionara y causara la desaparición del equipo y de toda actividad…

Poco después del reparto de zonas y tareas, la policía, en una redada impresionante en la que participaron miembros de los ejércitos de tierra, mar y aire, consiguieron detenerles a todos los miembros sin excepción, que fueron trasladados a sus centros psiquiátricos de origen donde se les perdería la pista a lo largo del tiempo.

Botón Rojo sin embargo, en su yate parecido al del niño (el de la película famosa), arto de iniciar y terminar proyectos y conoceder del final de los mismos, huyo a un nuevo destino que había organizado previamente.

La fotografía, facilitada por Botón a un diario de investigación muestra al equipo y quizás, fijándose bien, se puede llegar a intuir quién, de los componentes del equipo de percebeiros furtivos estaba aún lo suficientemente trastornado como para traicionar a Botón Rojo y a sus compañeros y llevarles a este lamentable final.

Reconocerías al delator loco???

Continuara…