Fue el tipo de voz diferente, ese tipo que distingue a una persona del resto o quizás fue la forma de pronunciar aquellas frases, una poética historia de amor....
Sus expresiones, las pausas y los silencios fueron, sin duda, lo que definitivamente hizo que nuestro chico del botón amarillo desviara su camino siguiendo la melodía con la que Eloy, nuestro recién llegado, el chico más bohemio que ha aparecido nunca por nuestro sitio... recitaba una poesía en la que una princesa finalmente moría en los brazos de su amado príncipe.
No fue la historia en sí sino cómo el poeta la recitaba... muchas de las personas que le rodeaban, mientras oían el relato, sonreían, a la vez que las lágrimas se asomaban por entre los ojos.
No fue la historia, pero a través de sus palabras los que allí estábamos, fuimos capaces de sentir aquello que nos contó y que iba un poco más allá de las palabras.
Por ello cuando llegó a casa, nuestro chico, el del botón amarillo... corrió veloz, cogió la paleta, las pinturas y plasmó su imagen para todos nosotros con el retrato nº 18, el retrato del poeta mas bohemio que hasta ahora, ha llegado a nuestro sitio.
Bienvenido Eloy, hoy eres nuestro poeta y protagonista, quizás mañana no será asi.
No fue la historia en sí sino cómo el poeta la recitaba... muchas de las personas que le rodeaban, mientras oían el relato, sonreían, a la vez que las lágrimas se asomaban por entre los ojos.
No fue la historia, pero a través de sus palabras los que allí estábamos, fuimos capaces de sentir aquello que nos contó y que iba un poco más allá de las palabras.
Por ello cuando llegó a casa, nuestro chico, el del botón amarillo... corrió veloz, cogió la paleta, las pinturas y plasmó su imagen para todos nosotros con el retrato nº 18, el retrato del poeta mas bohemio que hasta ahora, ha llegado a nuestro sitio.
Bienvenido Eloy, hoy eres nuestro poeta y protagonista, quizás mañana no será asi.
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