A penas había nacido y ya todos pudieron presentirlo.
Miguelito soplaba, soplaba y soplaba.
Sopló desde el día de su nacimiento cuando casi se
asfixia con, no se sabe qué cosa que se había tragado en
el mismo momento en que conoció a su madre.
El doctor luego comentó que nunca jamás había vivido tal proeza en un
recién nacido, partió en pedazos la lámpara del cabezal en la mesa del
paritorio.
Siguió soplando en su cumpleaños y en el de todos sus
amiguitos y vecinos, hasta que dejaron de llamarle para que no les arruinara la
fiesta en el momento de apagar las velas,
incluso su primo Guillermo que luego,
cuando mayor, fuera su socio en la banda que fundó para desplumar a los
que llegaban al Club buscando Blues y Jazz de los suburbios de Harlem, incluso el primo Guillermo,
componente del dúo de piano y saxo, The Spanisch Band, dejó de llamarle.
Miguelito disfrutaba en la niñez volando cometas, paseando
banderolas y banderines . Un poco mayor, siendo adolecente se inicio en el maravilloso
mundo de la globoflexia y haciendo figuritas con globos, su especialidad era la
copia casi exacta de los labios de mick jagger llenos de aire de sus pulmones,
viajó por todo el mundo, aunque su máximo esplendor llegó un poco más adelante,
ya en su madurez corporal y pulmonar.
Siendo ya Miguelón, conoció a una chica morena de Cartagena
que, no se sabe muy bien porque, consiguió iniciarle en el maravilloso mundo
del pollo de granja. En pocos meses se hizo jefe sexador de pollos y en solo un
año ¡¡leyenda!! … consiguió discriminar
pollos a una velocidad de 120 por minuto.
Un triste día de invierno de un año cualquiera, a una
avanzada edad y a las 3 horas del inicio de la jornada, con 2180 pollos sexados ….silenciosamente,
sin ruido, entre soplido y soplido, Miguelito
cayó.
Mientras venía el doctor, D. Carlos el veterinario de la
granja pudo constatar que había sido un infarto con presencia de muerte
necesaria y añadió que seguramente sobrevenido como consecuencia de un soplo importante
en su corazón que arrastrara desde la más tierna infancia.
Fue un final, airoso.
E un mondo dificcile.
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