Tras la
aventura del Titanic con sus Musas y la experiencia vivida con las Membranas del Sistema
nervioso, el joven Botón nunca más pisó un barco, pero quiso darle una
oportunidad a la aeronáutica y finalmente se hizo con
una compañía aérea que le reportara grandes beneficios económico.
La Flamingo Airport Air (la traducción más idónea sería FLAMENCO DEL AEROPUERTO AL AIRE) fue el nombre utilizado por Botón para su compañía aérea cuya finalidad
era la difusión del Flamenco por todos los lugares del mundo.
Después de una ardua y dura selección, finalmente incorporó a su grupo de azafatas a unas chicas que resultaron ser cuatro hermanas hijas de un artista de cante jondo que se fue a las américas para hacer carrera y nunca volvió.
Las criaturas no tuvieron otra que recluirse en el "Convento de las Hermanas
Misioneras del Señor Bendito" donde se especializaron en la elaboración de
dulces artesanales como (Las Yemas de huevo de Santa
Clara o los maravillosas Tejas, Cocadas o deliciosas Frutas de Almendra),
fueron mujeres ejemplares en su reclusión pero llevaban el flamenco en la
sangre y finalmente una noche después de la misa de las 8, decidieron huir del
convento y presentarse al casting que Botón organizo en un hotel de Sevilla,
donde deslumbraron a los asistentes.
Cambiaron
los hábitos por trajes azules, ceñidos, mostrando unos cuerpos espectaculares
que durante cada vuelo y una vez suministrada las merendolas y a la orden del
Capitán Botón Rojo, cuando este indicaba por los altavoces las palabras
adecuadas "Atención, atención". Señores pasajeros de la aerolínea Flamingo
Airport Air, desabrochen los cinturones porque empieza el espectáculo...
A partir
de ahí el avión se transformaba automáticamente en un tablao flamenco... los
asientos se movían hacia la cola del avión y emergían unas mesas con botellas
de vino tinto y platos de jamón con queso y aceitunas de la clase Picudo "Las características del fruto de esta aceituna dan lugar a un
aceite afrutado con regusto de almendra, sabor fresco, con toque a
manzana y olor dulce", además salía del suelo unas tablas de
madera a modo de tablao y del techo unos focos que alumbraban a "Las Hermanas
Palmeras del Convento" que tirando de unas cintas ocultas pero especialmente
ubicadas en sitios estratégicos de la chaqueta, convertían el
traje azul azafata en grandiosos trajes de cola de diferentes colores con los
que daban comienzo a un espectáculo digno de los tablaos más importantes de
Sevilla.
Todo
marchaba como la espuma, Las aerolíneas fueron aumentando sus vuelos y
realizaban giras que duraban semanas. Los pasajeros no abandonaban nunca el
avión entre ciudades, es más, recibían visitas en aeropuertos que Botón y Las
Hermanas Palmeras del Convento recibían con vino blanco a modo de rebujito y
habas con bacalao de tapa, además de obsequiar a los visitantes con figuras de gitanillas y toros para poner encima del televisor.
Las
paradas eran auténticas fiestas y visitas turísticas para las gentes del
lugar...
Sin
embargo el negocio para La Flamingo Airport Air sufrió un golpe del que ya
nunca se recuperaría.
La hermana
Rosula, su mano derecha y cerebro del grupo palmero, traicionó al confiado Botón montando un negocio
paralelo de "Vuelo de Paracaídas", consistía en dar en tierra una
clases teóricas de apertura de paracaídas y aterrizaje con pies firmes y cuando
llevaban la altura adecuada, aquellos que se habían apuntado a sus clases,
eran lanzados por la puerta del personal del avión y les dejaban caer en un vuelo de paracaídas
temerario.
El negocio para las chicas fue aumentando mientras que para Botón disminuyendo.
Cada vez más exageradamente veía como el
pasaje, estando lleno a la salida del aeropuerto, cuando llegaba la hora de
desarrollar la fiesta y el negocio principal, ya no había gente en el avión.
Botón dudó
y dudó hasta que comprobó el fraude por sí mismo.
El último día de las
aerolíneas fue el mismo Capitán quién tuvo que dejar los mandos para
servir el café a cinco pasajeros que no habían saltado. Ese día incluso
Las Hermanas Palmeras del Convento habían saltado abandonando la nave....
Botón
cerró la compañía "Flamingo Airport Air" para siempre.
Nunca más
supo de su tripulación pero se cree que, por un error de cálculo, habían
saltado en el mismo epicentro del lugar de cría del tiburón blanco, en el
Océano Atlántico, el más peligroso animal acuático conocido...
Otros dicen que siguen bailando flamenco en el Tibet donde cayeron en un monasterio de reclusión donde se puede entrar pero nunca salir...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ABOTÓNATE Y COMENTA...