viernes, 21 de marzo de 2014

Corazones de juguete...

La noche Neoyorkina es fría y triste  a pesar de los millones de luces que adornan sus calles.
Nueva York es la ciudad del dinero, de la prisa, de los negocios, de los Broker y los Yupis, pero, cuando se apaga la luz... también puede ser la ciudad de la tristeza, de la soledad, del abandono...

Si hay una calle famosa en Nueva York esa es la Quinta Avenida, también llamada la Avenida de los Millonarios.
La Quinta Avenida es una de las calles comerciales más importantes de Nueva York, podríamos comparar esta calle con los Campos Elíseos de París o Ginza en Tokio.
Dos tiendas muy especiales junto a Central Park son: Apple que ya todo el mundo conoce  y Fao Swarz, que es una de las jugueterías más bonitas del mundo  y que bien merece una visita.
Pues allí, en esta tienda  nos situamos porque allí encontré a mi chica, mi vecina de toda la vida… 
Sin duda todos la reconoceréis, se trata de Tina, nuestra Chica del sombrero de ala ancha divertida y juvenil.

Su trabajo en los grandes almacenes iba bien y su carrera de modelo en ascenso, todo muy bien hasta que un día conoció a harry, un magnífico artista circense que actuaba como payaso en el Gran Circo Mundial.
Durante los dos años siguientes Harry le mostró otra vida.

Un modo de vivir diferente en el que la mayor recompensa era trabajar por y para que los demás fuesen felices...
Te imaginas? puedes imaginar que tu día a día fuese así?... sin importarte ninguna de las cosas por las que hoy nos medimos, luchamos y casi hasta combatimos a muerte.
Dos años pasaron y Tina se despidió de Harry para siempre…

Durante una de las giras que el Gran Circo Mundial realizaba continuamente, Harry y Tina, que viajaban juntos, cuando terminaron su participación en la sesión de este día (con muchísimo éxito él y una actuación correcta de ella), salieron a pasear, nada más y nada menos que, por la Quinta Avenida de Nueva York…
Es un espectáculo ver esta calle al anochecer, la iluminación lo invade todo, se puede ver a algunos grupos de gente que buscan la diversión, muchos caminantes!! 

Se van cerrando establecimientos, las luces disminuyen su intensidad y algunas personas se disponen a regresar a sus casas después de un día duro de trabajo…
Tina observaba, sentada en un banco mientras comía un perrito caliente típico de uno de los puestos típicos Neoyorquinos, veía como la calle, muy poco a poco se iba quedando sin gente, sin vida, vacías y empezó a notar cierta  soledad...
Cerca del banco, un colorido escaparate con unos títeres que se movían automáticamente representando una historia y justo al otro lado del escaparate, la mirada atenta de un niño pequeño, andrajoso, despeinado y con cierto aspecto de descuidado y desnutrido, miraba fijamente la representación de los autómatas...
Le resultó curiosa a la vez que triste la escena y Tina se acercó. La cara del chico si que era el auténtico espectáculo.
La sonrisa le llenaba el rostro iluminado como sólo a los niños se les enciende la cara, los ojos lo expresaban todo, felicidad, inocencia, expectativa, ternura…  en este preciso momento el niño andrajoso parecía...era feliz!!
Una pequeña lágrima recorría la mejilla del niño que, inmerso en el argumento, no había podido resistir la emoción de la historia que representaban los muñecos... Tina se agachó y acariciándole el pelo le preguntó... Estas sólo?
El niño sin decir palabra señaló hacia otro banco cercano y ya todo cambió para ella.

La Quinta Avenida Neoyorkina mostró su rostro oculto, triste, oscuro, sin corazón. 
Le cogió de la mano y después a sus hermanos que se refugiaban bajo unos cartones en el banco de al lado y se marchó a casa.
Cuando yo visite la Quinta Avenida la vi, la encontré, era Tina, mi preciosa vecina. Dirigía una juguetería famosa que es digna de visitar y junto a ella, por allí correteando y riendo unos niños, muchos niños, que después del colegio pasaban algún tiempo en la tienda, jugando, imprimiendo el carácter que distingue esta tienda de las demás.
Tina ya estaba sola. Después supe que un amor que antaño tuvo y con el que llegó a Estados Unidos, murió en un desgraciado accidente (le cayó encima una bailarina cuando hacía un número en un trapecio a 5 metros de altura).
e un mondo difficile e vita intensa,
felicita a momenti e futuro incerto. (Tonino Carotone)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ABOTÓNATE Y COMENTA...