Ayer recibí una postal de un país lejano, donde el cielo se sigue vistiendo de azul, pero de un color diferente, (cobalto, zafiro, petróleo, marino... azul de Prusia) el cielo del día se ilumina de el más precioso color azul de Klein...
Es un lugar donde durante las noches... las estrellas brillan iluminando la cara de los enamorados que se reúnen en un acantilado, sobre la playa, donde admiran cada día un magnífico espectáculo que les ofrece el misterioso y enigmático firmamento...
Mas o menos, algo así, muy parecido es lo que pude leer en el reverso de la postal que he recibido de mi compañero.
Recordáis, Cecilio, mi amigo y compañero de los grandes almacenes donde trabajo... aquél que dejándose llevar por algo invisible, un sentimiento, un deseo, abandonó todo para perseguir algo parecido a una ilusión.
Inconscientemente valiente, estúpidamente enamoradizo... envidiado por todos nosotros!!!
Ya sabéis, Cecilio lo dejó todo y partió en un viaje sin retorno y sin destino a la busca de su chica, de aquella preciosa ilusión con quién compartió un momento.
Se marchó, de país en país, a la búsqueda de Paulina, su chica, "La chica del vestido Rojo".
En realidad da igual que sea bajo un cielo azul de Klein de esta país o del cielo más contaminado del mundo que dicen que es el de Ranipep en la India, el caso es que deseo que mi compañero y amigo encuentre por fin lo que busca...
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