jueves, 12 de marzo de 2015

Conchi y su Harley Davidson...

Una carretera, es una vía de dominio y uso público, proyectada y construida fundamentalmente para la circulación de vehículos pero también es un camino, una ruta... una línea imaginaria que marca el destino. 
De dónde venimos y nos anuncia, poco a poco, el lugar a donde vamos.

La Carretera Panamericana se extiende desde Alaska, en Norteamérica, a la ciudad de Buenos Aires (Argentina).

Es actualmente la carretera más larga del mundo con una longitud de aproximadamente 48.000 kilómetros y conecta más de 20 países en el continente americano.

En el kilometro 18.342 Conchi... nuestra chica de la Harley, nuestra motera intrépida que un día, cansada del ruido del despertador a las siete menos cuarto y de desear continuamente que llegase el fin de semana y que este pasase tan súper rápidamente... reunió esas fuerzas que sólo unos pocos tienen, ese coraje que diferencia a ciertas personas del resto... y emprendió un camino de ida largo, nuevo, extenso, emocionante, sorprendentemente maravilloso y del que, tras beber el aire puro del camino y regenerar fuerzas,  iniciará la vuelta.

Esta, como cualquier carretera, real o imaginaria, se puede llegar a recorrer si eres capaz de pensar, de desearlo... si, al menos durante unos minutos, sabes extraer del mundo donde vives, la parte en la que sólo tú tienes la llave maravillosa que arranca el motor de tu moto, si es así... es muy fácil, ponte el mono de cuero, coge el casco, monta en tu Harley y adelante, comienza el viaje y llega hasta allí donde te propongas, hasta donde tu imaginación sea capaz de llevarte.
 
 


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