jueves, 6 de agosto de 2015

A Los 33...

El día de mi cumpleaños.

Qué demonios!! por qué no celebrar el día de mi cumpleaños como aquellos días, en la infancia, cuando mi madre me preparaba con tanta ilusión aquella merienda, con mis hermanos, con mis amigos.

Tantos recuerdos, tantas aventuras, tanto cariño, tanto amor, tantas vivencias, tan dulce pasado!!!

Qué diablos… hoy, será, el día.

Hoy, sin olvidarme ni un ápice de absolutamente nada de lo agridulce del camino, voy a celebrar mis 33 primeros años.

Tengo ya todo preparado pero, falta algo indispensable, algo que a todos nos hace recordar momentos.
No puede haber una fiesta de cumpleaños sin globos… globos grandes de diferentes colores que adornaran mi casa, que nos harán catapultarnos a aquellos momentos tan añorados.

Bois de Vincennes

El bosque de Vincennes es el mayor espacio verde de París y dispone de sencillas atracciones para niños en el Parc Floral. También alberga varios teatros, espectáculos de guiñol, granjas, tiovivos, hipódromos, lagos donde montar en barca y una preciosa reserva de aves.

No queda muy lejos de casa y recuerdo haber pasado alguna vez y haber visto a alguien vendiendo mis globos, así que allí me dirigí.




Junto al lago, cerca de los bancos donde se suelen sentar las madres y padres mientras ven como sus hijos juegan, allí la vi...

Ely, entremetida en un racimo de globos grandes de colores, adornaba la zona cercana al lago y a su alrededor niños, muchos niños que revoloteaban con las manos alzadas pidiendo uno, graciosos, mocosos, llorosos, arrebatándole los globos que ella entregaba con una hermosa e ilusionante sonrisa...

En seguida se quedó sin ellos, terminó en un instante, no tuve tiempo de llegar... me paré a medio camino pero entonces sucedió.

Ely con una sola mirada me retuvo, sin pronunciar ni una sola palabra consiguió que esperase mientras ella andaba unos pasos hasta llegar a una pequeña cabaña de madera situada junto al estanque de los patos... esperé un instante y en seguido salió y dirigiéndose a mi me entregó el mejor ramillete de globos que nunca había visto.

Me pareció increíble, no daba crédito a lo que me  estaba pasando. No tuve tiempo de nada, ni siquiera pude darle la gracias.
Mientras me daba los globos me dijo... sabía que vendrías, hacía tiempo que te esperaba y dándose la vuelta comentó "deja siempre volar tu imaginación".

Comenzó a caminar hasta desaparecer entre los arboles del boque...

La fiesta fue un éxito, la reunión con los míos fue el inicio de nuevos momentos inolvidables.

Alguien, en la fiesta, cuando comenté lo ocurrido con aquella chica, me dijo haber oído hablar de ella, se trata de una misteriosa mujer, por su puesto real y de carne y hueso, que aparece en determinados  lugares, acontecimientos, para hacer este tipo de acciones, a veces invisibles a los demás, sin ánimo de reconocimientos pero de ese tipo de acciones, pequeñas, pero que pueden proporcionar una increíble felicidad interior a los demás, de aquellas cosas que todos sabemos reconocer.
 

 
 
 
 

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