Un sombrero mágico nos hace diferentes, nos distingue, nos hace gigantes, brujos, magos!!!
Cuando aquella noche volvía a casa María, sola, después de un duro día de trabajo en el puerto, descubrió el mayor secreto nunca jamás imaginado.
Desde hacía tiempo su trabajo consistía en arreglar las redes de pesca. Dejarlas listas para que al día siguiente pudieran ser utilizadas. A veces se alargaba demasiado el trabajo pero esto no le importaba demasiado, al fin y al cabo, en casa, nadie la esperaba.
(La red de pesca es una serie de hilos, tejidos y amarrados a una relinga superior o de flotadores y a una relinga inferior de plomos, que se emplea para capturar peces y tienen diferentes características, las cuales dependen del tipo de animal acuático a capturar, así como de su hábitat y de la técnica pesquera a utilizar.
Uno de los tipos de redes más tradicionales es la Nasa. Otro tipo es la red de cerco, el Trasmallo, el Copo.
Hay muchos y su denominación varía según el sitio)
Le gustaba regresar por la orilla del mar, pisando la arena, descalza e imaginar que paseaba junto a su príncipe azul, cogidos de la mano, respirando la brisa de la playa, pero esto sólo dejaba volar su imaginación.
Cada día repetía el paseo, los pensamientos, los sueños… siempre igual, durante los últimos años pero, en esta ocasión algo la detuvo y la desvío de su camino.
Había ya oscurecido y a lo lejos, en un banco del puerto pudo ver algo que relucía fugazmente y como no, tratándose de María, se acercó decididamente para comprobar de que se trataba.
María, Inquieta, curiosa, aventurera, atrevida.
En seguida descubrió lo que aparentemente sólo era un bonito sombrero de tela que seguramente alguien habría olvidado y, por qué no, desde ese momento su precioso sombrero de paseo.
Un sombrero es un adorno perfecto, un complemento ideal y para según quién, un elemento imprescindible.
En tan sólo unos segundos, el sombrero ya adornaba su cabello rizado, pelirrojo… aquél trozo de tela plegada haciendo ondas le hacía aún más bella y ¡cielo santo! Enseguida descubrió que aquel sombrero tenía ciertos poderes…
María, Inquieta, curiosa, aventurera, atrevida.
En seguida descubrió lo que aparentemente sólo era un bonito sombrero de tela que seguramente alguien habría olvidado y, por qué no, desde ese momento su precioso sombrero de paseo.
Un sombrero es un adorno perfecto, un complemento ideal y para según quién, un elemento imprescindible.
En tan sólo unos segundos, el sombrero ya adornaba su cabello rizado, pelirrojo… aquél trozo de tela plegada haciendo ondas le hacía aún más bella y ¡cielo santo! Enseguida descubrió que aquel sombrero tenía ciertos poderes…
Con él puesto era impresionantemente invisible… pudo comprobarlo inmediatamente ya que el perro de Luis, el de la taberna, siempre le ladraba enfurecido, pero hoy la ignoró… Jacinta, la chica chismosa de la tienda de frutas, que siempre siempre le llamaba para contarle los últimos chismes del día, hoy, aunque la miró haciendo como un barrido fotográfico, volvió la cabeza sin dirigirle la palabra….
Pronto concluyó que aquel sombrero era mágico, le hacía invisible para todos, aunque no convencida del todo quiso hacer la prueba definitiva, así que cerró con fuerza los ojos y se situó en medio de la calle de adoquines con los brazos abiertos, esperando ser atravesada por el primer coche que pasara…
María, segura, fantástica, inteligentemente ingenua…
En unos pocos minutos se acerco una moto y su motorista y en otros pocos segundos María, el sombrero de tela, la moto y el motorista quedaron tendidos en el suelo, desperdigados todos.
El tremendo ruido nos hizo correr hacia ellos para ayudarles, atenderles y pudimos ver al sombrero bocarriba enseñando su etiqueta de la conocida marca “Sombrero Mágico” que luego al leerla nos hizo entender la maravillosa historia que aún sigue contando María y su inagotable imaginación.
Pronto concluyó que aquel sombrero era mágico, le hacía invisible para todos, aunque no convencida del todo quiso hacer la prueba definitiva, así que cerró con fuerza los ojos y se situó en medio de la calle de adoquines con los brazos abiertos, esperando ser atravesada por el primer coche que pasara…
María, segura, fantástica, inteligentemente ingenua…
En unos pocos minutos se acerco una moto y su motorista y en otros pocos segundos María, el sombrero de tela, la moto y el motorista quedaron tendidos en el suelo, desperdigados todos.
El tremendo ruido nos hizo correr hacia ellos para ayudarles, atenderles y pudimos ver al sombrero bocarriba enseñando su etiqueta de la conocida marca “Sombrero Mágico” que luego al leerla nos hizo entender la maravillosa historia que aún sigue contando María y su inagotable imaginación.
La moto nueva destrozada al otro lado y en la acera María, en los brazos del motorista, mirándose a los ojos con mirada cristalina, hablándose sin pronunciar palabra….
En seguida lo entendimos, hoy María, gracias a su sombrero mágico había encontrado ya a su príncipe azul.
La historia se difundió por toda la comarca y pronto se vendieron todos los sombreros de tela de la marca “Sombrero Mágico” y primero Encarni fue atropellada por un coche y después Marián, arremetida por un pelotón de ciclistas, ambas conocieron en sus accidentes a los chicos de su vida.... y continuaron los accidentes y continuaron las bodas....
La historia se difundió por toda la comarca y pronto se vendieron todos los sombreros de tela de la marca “Sombrero Mágico” y primero Encarni fue atropellada por un coche y después Marián, arremetida por un pelotón de ciclistas, ambas conocieron en sus accidentes a los chicos de su vida.... y continuaron los accidentes y continuaron las bodas....
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