La Venus de Clorofila...

Un auxiliar de vuelo o tripulante de cabina de pasajeros, también llamado azafat@, es un miembro de la tripulación que tiene como misión principal la vigilancia de la seguridad del vuelo y la comodidad de los pasajeros.


Soy representante de gominolas… si, ya sabéis, de las gominolas que pertenecen al grupo de golosinas de sabor dulce.

Son productos de confitería formados por una pasta maciza elaborada fundamentalmente con azúcar aromatizada y coloreada mediante numerosos aditivos.

Se comercializan con formas, tamaños y envases muy diversos y atrayentes para favorecer su venta, pero en fin… otro día nos emplearemos en esto más a fondo.


Yo frecuento los viajes aéreos y principalmente el formado por el “Triángulo de las Chuches” es como yo le llamo a la ruta Madrid – Roma – Londres, si observas un mapa veras como estas tres capitales de Europa forman prácticamente un triangulo equilátero perfecto.

En estas tres ciudades se compra, vende y comercializa todo el mercado mundial de mi chuche preferida… la gominola y principalmente la “Venus de clorofila”, es absolutamente perfecta.



Su forma voluminosamente sensual y dulce de aspecto soberbio y su color verdeazulado con sombras que realzan sus contornos y que combinan a la perfección con un aroma afrutado simulando manjares propios de las playas caribeñas, te obligan, te atraen, te abducen de una manera insospechada hasta el hecho de sentir la necesidad de adquirirla y sin tiempo que perder echártela a la boca.



Querida Rosita creo que estoy enamorado…


El domingo después de una larga fiesta tuve que iniciar la ruta hacia el triangulo de las chuches y aunque no me encontraba del todo bien, el trabajo es prioritario, así que fui a Barajas y embarqué…

Desideria es fenomenal, hace tiempo que compartimos parte de la ruta, Madrid – Roma, otras veces me la encuentro de vuelta en el Londres Madrid… Es mi azafata preferida.

Hoy me estaba esperando con su sonrisa, con aquella que yo ya sé que es real, la he encontrado especialmente atractiva y me ha acompañado hasta mi asiento, cerca de la ventanilla y, como siempre le he recompensado con un frasquito de Venus de Clorofila que se que le encantan. 
Ya me conoce, sabe que hoy será un viaje dificil, me enteinde, sabe que hoy no estoy bien y me cuidará durante todo el viaje. Es perfecta.

 Ayúdame Rosita de Làmore, me gustaría tener la valentía, poder decirle, insinuarle al menos que me gustaría conocerla mejor, tomar algo, conocernos… quizá, en el futuro podamos compartir algo más que un vuelo rutinario.

Queridito comerciante de chuches, encantador de niños y  personas que como yo, gustamos de un momento brillante mientras saboreamos ese majar dulce, la Venus de Clorofila.
No siempre hay que esperar el viaje oportuno, el momento idóneo.

Hace no tanto tiempo, cuando querías oír musiquita en un café-bar, había que levantarse, buscar la moneda adecuado, introducirla en la máquina y seleccionar tu canción favorita. Sólo así podías escuchar la canción elegida...

Busca tu moneda y levántate a buscar tu canción.

Rosita de L'amore