En nuestras sección "Tiempos de Cine" hoy la verdadera historia de Terminator 3; Rise of Machines.
2003: Oficinas centrales, secretas, de la Warner Bros en Los Ángeles (EEUU).
Al extraordinario éxito mundial de la primera entrega de lo que luego será la saga Terminator, le siguió una segunda parte repleta de incógnitas y dudas en lo que se refiera a la continuidad del protagonista principal, los directivos de la Warner Bros se plantearon la necesidad de realizar un cambio drástico en sus personajes y con el argumento principal.
Así nació el mito.
En los siguientes meses se organizaron en la clandestinidad y con el mayor secretismo, cientos de casting entre miles de personas hasta que apareció él... la máquina perfecta, la esencia de la interpretación, apareció Edu.
Tras las primeras pruebas que pasó sin esfuerzo alguno por su parte, los directivos nacionales enviaron su candidatura a Los Ángeles donde, en seguida, se organizó la prueba definitiva...
Los peces gordos de la compañía cinematográfica entendieron que Edu debía ser el siguiente "Terminator" y pusieron a trabajar inmediatamente a sus guoinistas en la nueva entrega.
El título "La rebelión de las máquinas" fue la clave para la ruptura de los acuerdos y el fin de la efímera carrera de Edu.
Mientras que todo iba como ruedas en Los Ángeles, Nueva York fue la cuna de los desacuerdos entre directivos.
Una vez desarrollado el argumento, fue imprescindible la búsqueda de una protagonista femenina que encarnaría al enemigo de Terminator y aunque fueron muchas las candidatas, fue el propio Edu al que, una premonición sobre el futuro, nuestra botonería y la importancia de la unión entre la futura familia de abotonado, impuso la obligatoriedad de la contratación para el papel femenino a Eva.
Se organizó la publicidad y se aprobó la cartelera oficial :
Sin embargo, durante la grabación, algo cambió todo...
La Chica se aprendió el papel y su interpretaciones eran perfectas, incluso estelares en algunas escenas pero Eva no podía hacer desaparecer su maravillosa sonrisa... una sonrisa especial que le hacía aún más atractiva, si cabe, pero no cuadraba con el papel de "mala" que se le había encomendado.
Tras diferentes intentos, psicólogos, consejos, resultó imposible hacerle cambiar, Eva entendía que una sonrisa es el fundamento de la vida, la aptitud adecuada fueran cueles fueran las circunstancias... y esto acabó con todo.
Los directivos de la Warner intentaron convencer a Edu del necesario cambio de protagonista femenina pero él no accedió, (somos un equipo y seguiremos como un equipo) y le enviaron de vuelto como un equipo de dos a sus respectivos orígenes.
El cine disfrutó, durante un instante, un minuto cinematográfico, una ilusión, del que podría haber sido el mejor Terminator de la historia.
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