miércoles, 13 de enero de 2016

Lobo hombre en Paris....

Rueda por los bares del boulevard...
Se ha alojado en un sucio hostal...
Mientras está penando, junto a él se ha sentado,
una joven con la que irá a contemplar…………
la luna llena sobre París, ha transformado en hombre a Denisse.

Siempre me gustó la letra del antiguo tema del viejo grupo “La Unión….”
Desde que tengo recuerdos, en alguno de mis sueños, había querido ocupar el lugar de aquel lobo/hombre, Denisse, pero, ya se sabe que esto no es posible, la realidad es casi siempre mucho más aburrida que la ficción, que los sueños, aunque, sin embargo durante los días que duró mi viaje de negocios a la bella Paris, ocurriría algo que si me quedaría grabado para siempre. Os cuento.

La noche antes de una importante presentación de un nuevo producto super mágico del que os hablaré otro día, en el congreso anual de farmacéuticos, no podía dormir…

La falta de sueño, el verano y nada menos que Plenilunio (que como todos sabéis es la situación de luna llena, que es una fase lunar que sucede cuando nuestro planeta se encuentra situado exactamente entre el Sol y la Luna

Plenilunio, Paris, insomnio… Todos los elementos se alinearon mágicamente, todo parecía estar preparado, así que no me pude resistir y en un momento estaba vestido, preparado, listo y ya… París al alcance de mis zapatos.

Podría describirlo todo, me pasaría largas horas contando cómo son sus calles, sus plazas, el Boulevard… sin embargo no la haré porque pronto llegué a la conclusión de que esta ciudad de Francia tiene una magnifica propiedad y es que es tal cual la tenía en mi mente, es exactamente como tú estás pensando que es…  llegué entonces a la conclusión de que Paris puede ser como tú quieras.
 
A media noche, ya cansado y de vuelta al hotel, decidí atravesar el Campo de Marte, a la orilla del río Sena, en cuyo extremo emerge reluciente la Torre Eiffel. 

La luna en su plenilunio azul, justo encima de la torre Eiffel, es una visión que nadie debería dejar de ver algún día, la mente y el corazón libera alguna sustancia indescriptible que provoca una sensación extraña de plenitud absoluta.

De repente aparecieron ante mí, caminaban como yo pero en sentido contrario, no sé cómo no las vi llegar y tampoco sé muy bien cómo terminamos paseando entre bares por el boulevard, entre el claroscuro de la noche, contemplando la luna aparentemente acorazonada sobre el cielo de Paris, convirtiéndome por un instante en alguien parecido a Denisee...

Mariela especialmente atractiva, Angu espectacularmente joven y bonita y Cristina!!! aún pienso a veces si ella no fue mas que un maravilloso espejismo.
Nunca supe cómo llegaron y por supuesto, no podía ser de otra manera, tampo he sabido nunca cómo desaparecieron.

Aquel tiempo pasó y aunque mis recuerdos permanecen intactos... sigo sin saber si aquella noche fue tan real como yo la siento o sólo un visión provocada por el plenilunio en aquella noche de luna acorazonada de color azul.



     

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