Hay cosas que perduran en el tiempo y hoy, algunos años después, en un decorado diferente, aún lo repito y lo recomiendo siempre a todo el mundo pero por favor... no lo intentes sino eres uno de esas personas extrañas que dicen sentirse "abotonadas", ya sabes, de esas personas que se ilusionan con cosas tan simples como la reluciente luz de la noche, la suavidad de la brisa cuando te atraviesa mientras paseas por la playa temprano, la sonrisa inocente de un niño o el recuerdo maravilloso de la infancia... gente loca que como yo, a pesar de todo, buscamos ese instante al día en que evadirnos de lo cotidiano y liberar la imaginación, dejarla marchar a recorrer mundos imaginarios.
En la ciudad todo está unido, pegado, adosado, fundido incluso, pero yo he encontrado el lugar adecuado donde seguir mirando al cielo... "una azotea" en realidad es la parte de arriba de un piso de muchos vecinos donde ahora vivo y donde a partir de las 12 de la noche nadie sube, después de esa hora es mi pequeño observatorio celeste.
A las 00:15 horas ya he desplegado una toalla, el telescopio, una copa fresca con mi vermut casero favorito (imprescindible) y entre trago y trago me sumerjo en en el azul marino repleto de pecas de color blanco luminoso.
Para los que no recordéis os diré que un cometa es un extraordinario cuerpo celeste que orbita alrededor del Sol siguiendo una trayectoria variable en cada ciclo.
Forma parte del sistema solar y viaja siempre describiendo una órbita elíptica de gran excentricidad que conduce irremediablemente hacia un inminente acercamiento al Sol.
Esta noche ha sido especial... sin querer, sin buscarlo, ni siquiera preverlo, a las 02:26:45 horas he visto pasar por mi "uso de observación" un maravilloso cometa... "Essentia".
La palabra "Esencia" proviene del latín "Essentia" que a su vez proviene del infinitivo del verbo latino "Esse" que en español es "Ser" o lo que es lo mismo Existir.
A mi, cuando supe de su llegada, recordé a una amiga de la juventud que, en un momento determinado, eligió un cambio en su trayectoria para evitar una posible destrucción inminente...
A pesar de ser conocedor de su llegada, ignoraba que me encontraría hoy con Essentia, igual que ignoraba tantas cosas que iban a ocurrir esta noche.
Debéis saber que la constelación de la Osa Mayor se encuentra en ascensión recta 13 horas 23 minutos y 55,5 segundos y declinación 54 ° 55 '31 '.
Desde la Osa Mayor es bastante fácil ubicarse en la inmensidad del cielo nocturno, para los aficionados como yo, la tomamos de referencia para emprender la búsqueda de nuestro sueño, encontrar nuestra propia estrella.
Teresa, sentada justo enfrente, llevaba rato observando con unos prismáticos inteligentes, enfocaba hacia las mismas coordenadas que yo, el mismo trozo de cielo, tomaba fotos e imágenes inéditas de "Essentia", por alguna razón que no me dijo, ella si conocía la trayectoria del cometa, el tiempo y el lugar por donde se mostraría....
En la oscuridad de la noche, en la azotea, no pude ver como llegaba y sólo hasta que no escuché una ráfaga fotográfica, no me dí cuenta de su presencia...
El cometa emergió de su escondite lunar, entre la oscuridad, lanzando un rayo inicial de luz transparente que convirtió aquél segundo en un instante espectacularmente soberbio, que nunca olvidaré.
En unas pocas horas continuó su trayectoria incansable.
Antes del amanecer ya había desaparecido aunque su luz transparente quedó fijada en mi retina y aún hoy, algunos años después, cuando cierro los ojos y dejo volar mi imaginación, aún puedo recordar el paso del cometa y revivir aquellos momentos junto a una preciosa chica, Teresa, que compartió conmigo un vermut y unos momentos reservados ya, en lo más profundo de un corazón de aventurero estelar....
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