viernes, 24 de noviembre de 2017

El cerrajero...

Un cerrajero es una persona importante, quizá muy importante en según que momento y en determinadas circunstancias...

Esta es mi porofesión, pero no creais que es cualquer cosa... me didico a la reparación de cerraduras, candados, cerrojos y cilindros, tanto de puertas comunes como en vehículos y cajas de seguridad. 

Hoy en día las cerraduras son muy complicadas, son utilizadas para proteger bienes y a las personas, por ello debo estar siempre preparado y haber aprendido todas las nuevas técnicas y tecnologías para así saber abrir cualquiera de ellas y poder cumplir con mi trabajo perfectamente.


Un día del otoño moderno, ya sabéis, de este tipo de otoño en el que no hace frío, ni llueve, y el aire esta tan calmado que no se mueve ni un hoja, en mi taller sentado leía una novela de Marcial Lafuente Estefanía, tengo una colección enorme que voy repasando año tras año y esto me encanta,  el trabajo no llegaba pero yo nunca desespero, al final siempre algún despistado se deja las llaves dentro de casa o alguna cerradura vieja deja de funcionar definitivamente....

Fue entonces cuando recibí por sorpresa la visita de un personaje bastante particular, el Sr. Cónsul de Turquía en mi taller!! aunque la conversación fue muy interesante, no me alargaré en el contenido, sólo confesaré que un cheque por 50.000€ cambia muchaos criterios y mueve montañas. 

Por la tarde, a la cinco en punto,  volaba ya hacia Estambul.
(Estambul es conocida históricamente como Bizancio y posteriormente Constantinopla, es la ciudad más poblada de Turquía y el centro histórico, cultural y económico del país.
Es considerada por su espléndido valor artístico y su ubicación en el Bósforo como una de las ciudades más bellas del mundo)

A la llegada me esperaban 2 agentes de policía que me condujeron hasta el lugar donde tendría que realizar el trabajo por qel que me habían pagado tanto dinero.

Ya desde el cohce oficial, a lo lejos, entre callejuelas formadas por casas humildes pero de aquellas que dejan un regusto a felicidad, en el barrio de Firuzaga en Beyoglu, se podía entrever, casi escondido, un edificio de pintoresca fachada cuyo interior rinde homenaje a la novela "El Museo de la Inocencia del escritor turco Orhan Pamuk " novela que recomiendo a todas aquellas personas de corazón vivo para los sentimientos del amor.  Con el tiempo, el edificio se ha convertido en uno de los museos más singulares de la ciudad de Estambul.

Ya en el interior, a través de un pasillo estrecho de colores llamativos, impropio de un museo "normal" llegamos hasta un salon enorme con paredes y techo de cristal pero con vigas de madera que le hacía extrañamente precioso, al fondo en el centro un portón de doble hoja enorme de madera tallada a mano en el 1.200 dc. que daba acceso a una habitación siempre protegida, cerrada con llave a todos los visitantes de este peculiar edificio/museo,  Junto a la puerta un banco y sentada en él, Lidia.

Nada más verla recordé.
En realidad, tras el suceso de aquella noche de Hallowey en el que, mientras tomaba algo en un garito cercano a casa después de haber hecho un trabajito nocturno y en el que fuí "asaltado" por un grupo de jovenes disfrasados de moustruos, brujas y cadaveres y arrastrado casi involuntariamente a una fiesta donde el único raro era yo que tenía el rostro al descubierto y a penas durantre un minúsculo instante, en el que se descubrió del antifaz para besarme mientras me decía adios, ella. 

Sólo eso quedó en mi recuerdo siempre.

En cuanto a lo demás nunca recordé nada de aquella fiesta.
Lo que hablamos, lo que dijimos, las cosas que hicimos quedaron en un recoveco de mi mente en el olvido para siempre... hasta hoy que al verla, todo ha vuelto a venir a la memoria!!

Aquella fantástica noche terminé haciendo lo que más me gusta en la vida y lo que mejor sé hacer, aquello en lo que me considero y me consta que, en ciertos círculos, me consideran el mejor del mundo.

El grupo de jovenes juerguistas fué cayendo, en la medida en que el alcohool de los mojitos, chupitos y otros licores hacían su efecto sobre algúno de los  mienbro, el resto del grupo le acompañaba a casa y yo... haciendo uso de mi habilidad innata, con solo mis manos y una pequeña ganzúa que siempre me acompaña, abría las puertas de cada una de sus casas para que los otros le dejaran acostado durmiendo la mona.
No hubo ni una sola puerta que se me resistiera aquella noche, ni siquiera la de Lidia.

Después de aquella noche llegó otra y otro día después y una semana y otra y todo quedó en el sitio de los recuerdos bonitos

Nunca hubiera pensado que aquella azaña del pasado, hoy, me ha traería hasta Estambul...

""Es importante que sepáis que La Peregrina es una de las joyas más famosas de la historia, no únicamente por su tamaño inusual y su forma de lagrima, sino también porque hizo una larga travesía por todo el mundo desde que fue descubierta en Panamá en 1515.

Algunos años después de ser encontrada fue ofrecida al rey de España Felipe II y ahí empezó su viaje por Europa siendo lucida por mujeres de la realeza española""

- De como llegó "La Peregrina" hasta el interior de aquella sala en el Museo de la Inocencia...
- Porqué la cerradura de aquél antiguo portón tallado a mano en 1.200 a.c. se encontraba manipulado para que no e pudiera abrir...
- Que tubo que ver nuestra chica en el desarollo de   aquellos acontecimientos...

Interesantes preguntas que hoy no contestaremos para no alejadrnos mucho más del final de nuestra historia.

A veces las vivencias mas importantes de nuestra vida ocurren en un plis plas.

Una milésima de segundo es suficiente.
Una mirada, 
un silencio, 
una sonrisa pueden ser determinantes para hacernos cambiar la vida.

Se dice que el amor es eso precisamente, una explosión algorítmica y matemática de células que hace que a traves de un desencadenante externo, como los mencionados, miles y después millones de nuestras células comiencen una carrera a traves de nuestro cuerpo, sin control, sin orden, sin límite... poderosas reacciones químicas que provocan sensaciones imposibles de controlar desde el sentido común y la racionalidad pero que mientras continúan, nos harán vivir experiencias inolvidables, únicas, exclusivas, maravillosamente preciosas... y que alcanzá su mayor explendor cuando tenemos la suerte de ser una mitad y la otra mitad se encuentra a nuestro lado.
   

Confieso que algo así me pareció sentir durante aquellos días por, aunque, no percibi reciprocidad en Lidia... pronto llegué a la conclusión de que no era mi otra mitad.

El recuerdo lejano que Lidia conservaba de aquella noche de halloway, de mi agilidad con la ganzua y la extraordinaria destreza en el arte de la cerrajería fueron el motivo por el que hoy estoy  aquí. 

Solucionar el problema y liberar a "La Peregrina" de su cautiverio dentro de este peculiar museo será una nueva azaña que me ayudará a hacer una mueca más en la culata de mi ganzúa... el resto de lo que podrá ocurrir no me asusta.








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