Las chicas de la planta 19...

Querida Rosita y que es lo que podría yo hacer.

Ana María es la belleza, el orden, la elegancia y la calma que toda persona necesita tener a su lado en cualquier momento.

Raquel, un remolino que sin darte cuenta, te arrastra y te envuelve en un mundo desconocido de maravillosas e ilusionantes sorpresas que te harán sentir y disfrutar la vida en todas sus facetas y en cada momento.

Antonia Mari, muestra serenidad aún cuando todo esté descontrolado, inteligente, reflexiva hasta justo un instante antes de, sin saber cómo o porque, ser ingeniosamente divertida y hacerte llegar a la locura en según qué momento, con ella siempre puedes dejarte llevar.

Querida Rosita, entonces, que es lo que yo tendría que hacer.

Hace algunos años comencé a trabajar en este edificio de oficinas, en la planta 18, donde he podido iniciar mi profesión y montar mi propio despacho. 

Soy detective privado... no os dejéis llevar por las películas. En realidad me paso el día mirando internet, y rebuscando documentación para ayudar en los litigios de mis clientes.

Justo arriba, en la planta 19, hay un despacho de abogados y una notaría de bastante prestigio, donde trabajan mis tres chicas preferidas....

De vez en cuando, alguno de mis casos me obliga a salir a la calle, investigaciones de campo, levantar actas notariales e incluso recopilar pruebas, dentro de la legalidad, que luego utilizaré en los diferentes juicios a los que asisto como técnico o perito asesor de mis clientes.

Toda esta explicación, sin mucho detalle,  es obligado contarte para que entiendas mi relación con ellas, aunque  querida Rosita de L'amore, no entraré en cuestiones que puedan poner en peligro ni en evidencia nuestra amistad, te explicaré lo suficiente para que puedas darme alguno de tus interesantes y acertados consejos.

Es raro que no tenga que recurrir a cada una de ellas al menos una o dos veces al mes: al juzgado para asistir a juicio me gusta ir acompañado de Ana María por la mañana y Raquel en las secciones de tarde porque es buenísima para las alegaciones... para levantar algún acta oficial mi notaria favorita es Antonia Mari.

Hasta ahí todo es perfectamente profesional pero es verdad que, una vez terminado el trabajo, aquí en Madrid, al mediodía se almuerza maravillosamente en el "Grosso Napoletano" donde la comida y la sobremesa son espectaculares y mucho más en compañía de Ana María, cuando el trabajo es de tarde una extraordinaria cena en el "Café de Paris" te hace olvidar todo lo negativo del día y de la semana, al menos eso me dice Raquel y cuando el trabajo se alarga demasiado, voluntaria o involuntariamente, las noches de distracción nos reunimos algunos amigos, entre los que se encuentra Antonia Mari en "El Corral de la Morería" donde nos dan, además de una cena fantástica, un espectáculo flamenco en el que terminamos cantando y bailando, casi siempre... alternando los Tangos argentinos con las Bulerías gaditanas.

Con el paso del tiempo, me estoy dando cuenta que, hay algo extraño en todo este lío de "trabajo" que va complicandose y creo que debería olvidar alguna parte de él pero...  soy incapaz de decidir la especialidad, el orden y sobre todo y lo más importante, la parte a la que debería renunciar.

 _______________________________

Querido amigo...

Ser un buen detective privado es una profesión delicada y en la que se aprende a convivir con sentimientos encontrados... a veces se trabaja para gente indeseable e incluso culpables en los delitos para los que tú tienes que buscar pruebas que los exculpen, pero hay que emplear todos los recursos posibles para que tu cliente esté satisfecho con tu trabajo. 

Nadie te pedirá jamás que cambies esa manera de proceder, nadie esperará nunca que lo hagas así que.... si nadie te pide nada de esto y nadie lo espera, si tu "trabajo te satisface en todo su esplendor, si la vida te sonríe hoy, si el éxito te acompaña entonces queridito amigo ..... Porque tú quieres ponerle puertas al campo.

Rosita de L'amore

Déjate llevar...